Respondemos a tus dudas

Para cualquier tipo de consulta relacionada con nuestros servicios puede contactar con nosotros a través del formulario de contacto o escribiéndonos un correo a funecat@funecat.cat y uno de nuestros agentes le dará respuesta a la mayor brevedad posible.

El precio promedio para el traslado o repatriación de un difunto desde España a otro país oscila entre los 3.500€ y 6.000€ dependiendo del país de destino. La tarifa aérea, las tasas consulares o las traducciones o legalizaciones influirán en el precio final.

El medio de transporte habitual, por precio y rapidez, es el avión. El difunto deberá ser embalsamado y viajará en ataúd específico para traslado. Nosotros nos encargamos de gestionar la documentación necesaria para la correcta repatriación.

La tramitación de los documentos es responsabilidad de la funeraria. Es importante acudir a una empresa especializada porque la documentación variará en función del país de destino. Nosotros nos encargaremos de emitir, legalizar, tramitar o traducir la documentación que sea precisa en cada caso.

Sí. Las cenizas en España son de libre circulación y se las pueden llevar como equipaje de mano. No se recomienda facturarlas. No obstante, hay que tener en cuenta el país de destino y la legislación mortuoria, porque algunos de ellos requieren de salvoconductos, legalizaciones, precintajes o traducción de documentos.

No está permitido esparcir las cenizas de un difunto, ni enterrar la urna aunque esta sea biodegradable en ningún espacio público o privado. Para ello se deberá obtener un permiso específico de quien administre ese espacio. Las multas por esparcir cenizas en espacios públicos pueden oscilar entre los 700€ y los 30.000€.

El primer paso es contactar con el consulado o embajada de España en ese país. Ellos le pueden poner en contacto con funerarias especializadas en repatriación de difuntos. Asimismo, el consulado es una extensión del Registro Civil en el extranjero y se encargará de inscribir la defunción y emitir un certificado de defunción oficial. Una vez haya contratado la repatriación con la funeraria de origen, podemos coordinarnos con ella para comodidad de las familias.

Aproximadamente, entre 4 y 15 días. En función del país de destino, la tramitación de documentos se puede dilatar en el tiempo. Los traslados por carretera interfronterizos (España-Francia-Portugal) son los más rápidos. Para el resto de los países le informaremos del tiempo estimado durante la contratación del servicio.

Puede llevar la urna como equipaje de mano, preferentemente dentro de la maleta de cabina y con la documentación reglamentaria. Asegúrese de que la urna tiene placas identificativas y siempre es recomendable que esté precintada desde origen y un documento lo corrobore. En lo que refiere a envíos de urna por mensajería o paquetería, hay que tener en cuenta que este tipo de envíos pueden sufrir incidencias y los seguros asociados a estos envíos no cuantifican una pérdida de este tipo.

Los difuntos viajan en el interior del féretro y se ubican en la bodega de los aviones. Muchos de los envíos se hacen en vuelos comerciales, no obstante, no todas las compañías aceptan carga. Además, dependiendo de las características de la aeronave es posible que tampoco pueda transportar cadáveres. Las compañías de bajo coste no suelen tener contratado handling para envío de difuntos.

Los seguros asociados a los viajes suelen incluir los gastos médicos, de hospitalización y de repatriación en caso de defunción. Los seguros de deceso en general cubren el traslado desde otra provincia y también desde el Extranjero. No obstante, esta información debe consultarla con su compañía aseguradora.

Por norma general no existen ayudas específicas para ciudadanos españoles fallecidos en el extranjero. En el caso de atentados, catástrofes naturales u otras circunstancias excepcionales será el Gobierno quien informe de posibles ayudas a través de sus canales de información.